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Mensaje historico a la vicepresidente Kirchner, de un italiano ofendido

Cristina Kirchner (1953), es vicepresidenta de Argentina desde el 10 de diciembre de 2019. Ya senadora de 1995 a 2005, luego fue presidente de la República Argentina de 2007 a 2015.

Estimada Sra. Cristina Elisabet Fernandez Wilhelm Kirchner, Vicepresidente de Argentina

Como italiano ofendido y sorprendido, le escribo porque hace unos días, atacando a uno de sus adversarios políticos de origen italiano, usted llamó a todos los italianos “genéticamente mafiosos”.

Usted hablaba con los periodistas sobre la gestión del ex presidente argentino, Mauricio Macri, pero quiso burlarse de todo un país, Italia, que, tal vez lo haya olvidado, tiene un peso considerable e importante en el nacimiento de su nación.

Ocurrió en La Habana, en la Feria del Libro, cuando se le ocurrió la no tan genial idea de vincular a los familiares de Macri con la ‘ndrangheta, citando al diario Página 12, un periódico amigo suyo, que informaba de posibles conexiones entre la familia del ex presidente ítalo-argentino y el crimen organizado.

Dijo: ‘En Argentina, el lawfare (el uso del sistema judicial para desacreditar a un oponente político) tuvo un componente mafioso que llevó a la persecución de mis hijos’. Y añadió: ‘Tiene que ser ese componente mafioso, los antepasados de los que han sido… como denunciaba un conocido periodista del diario Página 12 cuando hablaba de la ‘ndrangheta. Tienen que ser esos antepasados’.

Vea, señora Kirchner, atacar a todos los italianos de forma racista, generalizando de esta manera, es sencillamente un comportamiento vergonzoso que no se esperaría de una persona que no sólo ocupa un cargo tan importante, sino que es vicepresidente de un país donde más del 70% de la población tiene orígen italiano.

Quizás, ud. que es de padre español y madre alemana, no conoce la historia de Argentina, el país que dice amar. Una nación que existe gracias a los inmigrantes europeos y, sobre todo, italianos. No sólo por los conquistadores que diezmaron a la población indígena esclavizándola o matándola con sus enfermedades importadas de Europa.

¿Sabía que muchas palabras argentinas proceden del italiano o del dialecto veneciano y siciliano? No sabe que en 1895, tras la primera gran oleada de emigrantes procedentes de Europa que había comenzado cincuenta años antes, en Buenos Aires, de 663.864 habitantes, 181.361 eran italianos. El céntrico barrio de la Boca, donde hoy se baila el tango en finos restaurantes y bares, fue construido por italianos de Liguria: eran en su mayoría pescadores de atún y pintaban sus casas de vivos colores, de modo que desde lejos, mirando desde sus barcos pesqueros, aquellas manchas rojas, amarillas, azules, verdes y naranjas recordaban Portofino y las Cinque Terre.

Los italianos eran pobres pero buena gente, excelentes trabajadores que en pocas décadas, gracias a su sacrificio, llegaron a ocupar los mejores puestos como comerciantes, empresarios y terratenientes. También en 1895, de las 143 publicaciones periódicas de toda Argentina, 13 estaban escritas en italiano. En pocos años, los italianos se convirtieron laboriosamente en una elite que, por necesidad o por ambición, afrontaron juntos todas las dificultades, logrando siempre abrirse camino.

Usted olvida que si no fuera por los campesinos italianos que emigraron de Piemonte, Véneto, Campania y Sicilia, la política agraria del gobierno, con técnicas de cultivo italianas, no se habría desarrollado en las Pampas. Según el censo de 1895, de un total de 407.503 propietarios agrícolas, más de la cuarta parte eran extranjeros y entre ellos 62.975, -más de la mitad- eran italianos.

Estimada señora Kirchner, ahora, ¿podría decirme quién era Manuel Belgrano? Se lo diré: nacido en Buenos Aires en 1770 de Domenico Belgrano Peri, un ligur de Capo d’Oneglia (actual Imperia), Manuel Belgrano está considerado con José de San Martín y Simón Bolívar como uno de los padres de la independencia de los países sudamericanos de España. Belgrano inventó y diseñó la bandera blanca y azul argentina en 1812. El día de su nacimiento en Argentina es fiesta nacional, concretamente el Día del Emigrante Italiano.

Olvida usted, señora Vicepresidenta, la larga lista de compatriotas nuestros que han tenido un papel destacado en su país. Y no se trata de la habitual retórica calenturienta, sino de historia: desde el Presidente Carlos Pellegrini hasta escritores como Ernesto Sabato, desde grandes músicos de tango como Astor Piazzolla hasta futbolistas como Antonio Valentín Angelillo, desde legendarios pilotos de carreras como Juan Manuel Fangio hasta industriales como Agostino Rocca.

Quizá se pregunte: ¿qué habían ido a hacer tantos italianos a Buenos Aires? Los italianos que eligieron vivir en la ciudad del río Plata, partiendo de Nápoles, Roma, Trieste, Verona, Génova, Bari y Palermo, después de semanas de navegación, agotados por el cansancio y la enfermedad, llegaron a Buenos Aires, de la nada crearon empresas de ropa, fábricas de muebles y empresas de construcción que aún hoy existen y producen PIB en su país.

Los italianos no sólo trajeron sus armas, sino también sus cerebros: sus conocimientos, su técnica, su talento, su indiscutible capacidad para crear e inventar.

La familia di Pedro Vasena en una foto de inicios del Noveciento en su casa de Buenos Aires. Vasena creó la industria siderurgica Argentina.

¿Recuerda a un tal Pietro ‘Pedro’ Vasena? Nació en Lecco y llegó a Buenos Aires a los trece años, huérfano, sin conocer a nadie. Desde cero sentó las bases de la naciente industria siderúrgica argentina. A los treinta años, Vasena dirigía tres plantas siderúrgicas de 15 mil, 10 mil 9 mil metros cuadrados: producía acero para la construcción de ferrocarriles y barcos, estructuras de edificios, puentes y carreteras. El nacimiento y la expansión de la floreciente industria siderúrgica argentina se debieron sólo a él. No a un español ni a un francés. Ni a un alemán. Sino a un italiano semianalfabeto. El mercado de la República, la New Gas Company y el refuerzo del gran puente de Catamarca son obra suya, porque Pedro Vasena no sólo producía acero y aleaciones, también diseñaba con la precisión de un ingeniero del MIT de Harvard.

Tal vez ahora, señora Kirchner, que no ha sido amable con los italianos, Ud. empiece a comprender lo importantes que han sido nuestros antepasados, nuestros bisabuelos, nuestros abuelos italianos en la formación de Argentina, como nación, como república, como economía sólida y como cultura dominante. ¿Hablamos de las innumerables empresas italianas que se abrieron en Argentina entre los años 50 y 80, produciendo millones de puestos de trabajo? Aportaron riqueza al tejido económico de su país. Nadie puede negarlo. Luego fueron malos administradores, como Ud. y sus amigos, los que han llevado a la quiebra a un país que era tan fuerte y productivo como California.

Por eso sus declaraciones, basadas en el habitual e inmerecido estereotipo del mafioso italiano, aunque sea Cristóbal Colón o Miguel Ángel, son fruto de su ignorancia, racismo y miedo. Por ello debería pedir disculpas a todos los italianos, italo-argentinos incluidos.

Señora Kirchner pida disculpas a Italia y llene sus inmensas lagunas sobre la historia de su país.

Roberto Pellegrino, 15 Febrero 2020 / 2023
Periodista de L’Indipendente (durante Tangentopoli), Il Giornale, Il Riformista, Libero, L’Espresso, GQ, Vero, DiPiù, Vanity Fair e Io Donna. Corresponsal de Italia en Londres,Madrid, Nueva York y Buenos Aires.

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