Press "Enter" to skip to content

✝️ Sanctissimo in Chris


Pergamino de 1530 escrito en latín, con el título “Sanctissimo in Chris”.

El día que un divorcio cambió a Dios de domicilio

Cinco siglos atrás, un rey con problemas conyugales le escribió al Papa pidiendo anular su matrimonio. No por amor, sino por herencia. Y como Roma le dijo que no, Enrique VIII decidió algo más simple: fundar su propia Iglesia y coronarse teólogo por decreto real. El Vaticano perdió un fiel… pero ganó un cisma de proporciones épicas.

Hoy, el mismo documento que inició la ruptura —un pergamino de 1530 escondido detrás de un trono— vuelve a escena como símbolo de reconciliación. Ironías divinas: lo que nació como súplica ardiente por un divorcio se convierte ahora en relicario de paz.

El pergamino sobrevivió a guerras, saqueos y napoleones. Y ahí está, con ochenta y cinco sellos de lacre rojo colgando como pecados confesados. Algunos vacíos, porque los nobles que no firmaron terminaron en la horca. En la Inglaterra de Enrique, hasta el silencio tenía precio.

Y mientras tanto, quinientos años después, un nuevo monarca británico —Carlos III, cabeza de la Iglesia anglicana— reza con el Papa en la Capilla Sixtina. Un gesto que habría hecho atragantarse al mismísimo Enrique VIII con su pavo real.

Roma sonríe. La historia también.

La Iglesia que antes negaba divorcios ahora bendice la reconciliación.

Y el viejo pergamino, desde su armario secreto, parece murmurar:

“Al final, todos terminan volviendo a casa…”

✍️ ©️ 2025  El Escriba del Silencio – All Rights Reserved

©️2025 Guzzo Photos & Graphic Publications – All Rights Reserved – Copyright ©️ 2025 SalaStampa.eu, world press service – Guzzo Photos & Graphic Publications – Registro Editori e Stampatori n. 1441 Turin, Italy

error: Content is protected !!

* 28 *