Miércoles, 9 noviembre 2022
El presidente Xi ha exigido que los militares chinos deben estar preparados para la guerra porque la seguridad del país es cada vez más inestable e incierta.
En un centro de mando en Pekín, Xi dijo que la nueva comisión militar central del Partido Comunista Chino (PCC), o el equivalente a sus jefes de estado mayor conjunto, debe garantizar que el ejército esté preparado para el combate.
“Los cambios sin precedentes del mundo avanzan a mayor velocidad, y la inestabilidad e incertidumbre en la situación de seguridad de nuestro país ha aumentado”, dijo.
“Todo el ejército debe… adherirse a la capacidad de combate como criterio único y fundamental, concentrar toda la energía en la lucha contra una guerra, dirigir todo su trabajo hacia la guerra y acelerar en la mejora de la capacidad para ganar una guerra”, añadió. “Deben defender resueltamente la soberanía nacional, la seguridad y el interés del desarrollo y cumplir todas las tareas encomendadas por el partido y el pueblo”.
Sus comentarios suscitan el temor de que China siga decidida a invadir la isla autónoma de Taiwán tras los juegos y ejercicios de guerra a gran escala con misiles balísticos, buques de guerra y aviones realizados este año. Pekín reclama la isla autónoma como propia y ha condenado los viajes de políticos occidentales como Greg Hands, ministro de comercio británico, que visitó Taipei esta semana.
Como jefe del grupo militar más importante del partido, Xi, de 69 años, se vistió con traje militar para la inspección del centro de mando. Los medios de comunicación estatales le mostraron aplaudiendo a los soldados en una sala de control con un gran mapa táctico de Asia frente a hileras de consolas informáticas y escritorios. Más tarde posó para una fotografía oficial con altos oficiales del Ejército Popular de Liberación (EPL).
El mes pasado, Xi se aseguró un inusual tercer mandato de cinco años como secretario general del PCCh, así como presidente de la máxima comisión militar del partido. En su informe al congreso del partido del mes pasado, Xi dijo que la seguridad nacional era una prioridad absoluta y exigió un ritmo más rápido en la construcción de un ejército de clase mundial.
“Debemos reforzar el entrenamiento y la preparación para el combate e impulsar las capacidades del ejército popular para ganar”, dijo Xi en el congreso.
La gira de Xi coincidió esta semana con el mayor espectáculo aéreo del país en la ciudad sureña de Zhuhai, donde algunos de los aviones militares más avanzados de China hicieron alarde de sus capacidades.
Cuatro cazas furtivos J-20, antaño envueltos en el secreto, volaron en formación y emocionaron a los espectadores con maniobras difíciles, como rodar mientras suben. El avión cisterna YU-20 y el caza J-16 también hicieron acto de presencia.
Zhang Xuefeng, un experto militar chino, declaró a los medios de comunicación estatales que el J-20 demostró su “excelente movilidad y su puntería muy flexible, que pueden darle ventajas en el combate aéreo”.
Song Zhongping, otro analista militar, dijo que el EPL está preparado para utilizar esas capacidades en caso de que se produzca un conflicto militar en el estrecho de Taiwán, según los medios estatales. El objetivo de las armas es disuadir a las fuerzas independentistas de Taiwán y a sus aliados, como Estados Unidos, dijo Song.
Estados Unidos y otros países han expresado su preocupación por las crecientes amenazas de Pekín hacia Taiwán. Antony Blinken, secretario de Estado norteamericano, declaró el mes pasado que Pekín persigue la reunificación con la isla en un “plazo mucho más rápido”.
Washington tiene un pacto militar con Taiwán para suministrar suficiente material y tecnología para disuadir un ataque armado desde el continente.
Durante su visita, Hands ofreció una recepción a los líderes empresariales taiwaneses en la oficina británica de Taipei y se reunió con la presidenta Tsai Ing-wen. El Ministerio de Asuntos Exteriores chino pidió a Gran Bretaña que pusiera fin a “todos los intercambios” con la isla.
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